jueves, 7 de noviembre de 2013

Declaración de intenciones, con mi blog

He oído que es mejor tener un tema, aunque sea amplio, para enmarcar tus blogs, en vez de hablar de cualquier cosa en un mismo blog. Entonces para ser consecuente con esta recomendación que me parece muy lógica voy a intentar en esta entrada clarificarme sobre el tema que tengo interés en abordar en este blog.

Por mi forma de ser muy crítica con lo establecido, un poco tecnócrata, y paradójica, creo que me queda bien hablar sobre las distintas propuestas que van surgiendo en el campo de la ingeniería mecánica, en concreto la aeronáutica, prestando especial atención a las propuestas que tienen la noble ambición de resolver los retos interesante para la humanidad, como por ejemplo, el de poder volar de forma segura en un coche volador.

Quiero escribir en español aunque no es ni la legua de la vanguardia tecnológica ni la mía materna, porque, primero, no me apetece traducir al inglés mis ideas, y después, porque pienso que la lengua del Quijote es la más adecuada para el objetivo que aquí me estoy proponiendo, por estar dotada de la posibilidad de ser en igual medida rigurosa como lírica.

Nota: Como lo último dicho en el párrafo anterior no tengo intención de probar todas las cosas que me arriesgo a decir, sobretodo las que suenan bien, porque como diría Keats:

La belleza es verdad y la verdad belleza, no hace falta saber más que esto en la tierra

miércoles, 10 de julio de 2013

Bendita Innovación

A todo el mundo se le llena ahora la boca con esta bendita palabra. Pero el concepto detrás de ella no es más que la capacidad del genero humano de reinventarse a si mismo. Esta actividad, aunque la puede realizar en principio cualquiera, la verdad es que sólo se puede agradecer a una minoría muy minoritaria. Ahora bajo el supuesto básico de que todo el mundo puede ser innovador se pregona a los cuatro vientos, que esta es la salvación para los países industrializados, para mantenerse en la cresta de nivel de vida. Esto es tan carente de lógica como pretender que un grupo de monos se convirtieran en un buen consejo administrador de una gran empresa sólo por el hecho de sentarlo mucho tiempo en la sala de juntas.

Voy a tratar de apoyar mi contra-tesis. En el mundo en el que vivíamos se daba una circunstancia curiosa, pero notoria. Pese a que la economía esta dominada por las leyes del libre mercado, se vio, y sigue viéndose, necesario tener una ley de protección de la propiedad intelectual, que es una clara excepción al libre mercado. Digo que es notoria porque no es una excepción que exista para mantener una tradición histórica sino porque sin esta excepción muy probablemente el sistema no funcionaría. Cogiendo el microscopio para ver lo que allí pasa se puede ver que a pesar de los grandes intereses depositados en las patentes por parte de las grandes empresas, no hay ningún interés evidente por parte de ningún organismo grande del sistema en facilitar las cosas a los pequeños innovadores, se les tiene que permitir, porque sería fea una excepción de dicha naturaleza, pero no les hace ninguna gracia. Por este motivo estos individuos lejos de sentirse parte del grupo de responsables de haber hecho evolucionar a la humanidad desde las cavernas, van con la cabeza gacha, al ser tachados de locos, excéntricos y raros por el resto de la sociedad.

Y yo me pregunto ahora donde está la voluntad pública por fomentar la innovación. No será esta iniciativa una nueva constatación de la esquizofrenia que aún sufre la humanidad.